Se debe considerar al Género como categoría de análisis, como enfoque, como una apuesta política, que requiere de una transformación profunda de la sociedad, concretar en la práctica la justicia social y la equidad, sin importar la condición de clase, etnia, edad, sexo. Por otra parte, se requiere visualizar las brechas, o la situación de desventaja que tienen hombres y mujeres en relación al acceso, control y uso de los recursos naturales.
Adicionalmente el género y la Agricultura Ancestral dinamizada, deben ser consideradas bajo dos aspectos: “como lo empírico-práctico y como conceptual-paradigmático”.
Como lo empírico y práctico, entiende el género como hombres y mujeres concretos y se interpreta agricultura ancestral dinamizada como un conjunto de tareas cotidianas que emprenden ellos y ellas.
En el caso de lo conceptual-paradigmático se interpreta el concepto género y agricultura Ancestral dinamizada como sistemas complejos y dinámicos que se circunscriben dentro de lo cultural, lo material, lo político, lo económico, lo productivo y lo reproductivo.”
El reconocimiento de derechos y responsabilidades sobre la gestión del territorio son diferenciados por género, que incluyen la propiedad, los recursos, los espacios y todas las variaciones de derechos y costumbres que se generan. Incorporar un análisis de las relaciones de poder en cuanto al género y el control, diferenciado por género, sobre la gestión en espacios rurales y urbanos.